Estas galletas son súper sencillas de preparar, ahora os cuento cómo. Las calaveras dan un poco más de trabajo y hace falta isomalt, que si bien no es algo raro, no se encuentra en cualquier cocina, en la mía está porque Cristina de Mis galletas y otras cosas nos regaló un bote de un kilo, y como soy una abusona me lo quedé y no le deje a Estíbaliz ni 100 gr. Las calaveras se pueden sustituir por cualquier chuchería de Halloween. Es fácil encontrar caramelos terroríficos en cualquier kiosko.
El isomalt tiene el mismo rango de sabor que el azúcar, la mitad de calorías, es apto para diabéticos y dicen que más indigesto, pero su ventaja fundamental es que con facilidad pasmosa puedes hacer caramelos transparentes o de cualquier color. También filigranas, pero eso lo dejamos para el capítulo dos.
He leído reiteradamente en internet que la proporción que hay que utilizar es de 50 gr de agua por 100 gr de isomalt, pero a mí esa mezcla me daba como resultado un caramelo gelatinoso. Así que tras varias pruebas apenas añadí un par cucharitas de agua. La temperatura ideal para trabajar con el isomalt es 150º, os recuerdo que el azúcar común empieza a tostarse a 140 º. Tened cuidado con los recipientes que usáis, porque si no elegís bien y se desfondan luciréis una linda quemadura en el empeine durante semanas.
Se puede calentar de varias formas la mezcla de mucho isomalt y poca agua, pero a mí como me ha dado buenos resultados el microondas no me he complicado más. A potencia máxima removiendo de vez en cuando, cuando llega a 150º esperamos a que se atempere un poco y la repartimos en distintos recipientes done le ponemos colorantes. Usé los electric de Americolor que podéis encontrar en ENJULIANA.com Después se rellenan los moldes y esperamos a que enfríe fuera de la nevera antes de desmoldar.
En las fotos parecen que tienen luz dentro, y es así, los atravesaba la luz de la tarde.
Las galletas las hice con esta receta, pero esta vez nada de champán, mucha vainilla.
Para la tierra trituré unas 8 galletas en la thermo a velocidad máxima.
Los ojitos son de glasa muy densa para que no hagan crack, con una bolita negra encima.
Un beso, Miriam G.
Ole! Pues ahora descubro este tipo de azúcar, no tenía ni idea de su existencia.
Me encantan esas calaveras!!!
Es una maravilla Elena, quema, ja, ja, ja, pero es una maravilla.
Un beso, Miriam G.
Esto ya son palabras mayores for me, sois unas máquinas!!!…yo empezaré por comprarme un termómetro… 😉
Gloria, Estíbaliz no tiene 😉 Yo me lo compré con el cristal de azúcar, anda que no le di vueltas y con el isomalt hubiese salido inmediatamente…
Un beso, Miriam G.
Geniales Miriam !!!
¡Muchísimas gracias Beatriz!
Un beso, Miriam G.
Què pasada.!!….me encanta el efecto fluor!!!?..soiis geniales!!
¡Muchísimas gracias Vannesa!
Un beso, Miriam G.
Os han quedado fantasti-góricas!!! Son una pasada!! 🙂
¡Muchísimas gracias!
Un beso, Miriam G.
Hoooola
mira que no soy «jaloguinera» pero hay cosas que están bien y estas galletas tan fluorescentes, me encantan.No conocía el «isomalt» suena raro, pero mira que chulada de cabecitas coloridas.
Miriam,..ejem hay que compartir con Estíbaliz jeje
besotes
Sí ella es la que no quiere que yo le comparta las cosas… Ja, ja, ja.
Un beso, Miiram G.
Realmente fosfo… si es que parece que la luz viene de dentro 😉
No te creas Isabel que lo conseguimos a la prioemra ja,ja, ja.
Un beso, Miriam G.