Que levante la mano quien termine harto de estar metido en la cocina en estas fechas. Yo, la primera. No os preocupéis que para hacer estas galletas lo que se necesitan son dos tardes y no hay que dedicarles muchas horas tampoco.
La primera tarde hacemos la masa y la horneamos. Ya sabéis que si queremos la superficie muy lisa tenemos que estirar la masa muy fría y si salen pompas, usamos el método de la bandeja. ¿Y cómo queda de ese color rojo taaaan bonito y tan intenso? Pues solo hay que echar un vistazo a la entrada que publicó Miriam hace ya… ¡más de dos años! ¡cómo pasa el tiempo!
Para este diseño he usado tres cortadores: el de la casita, uno cuadrado para hacer las ventanas y uno redondo para hacer el agujerito por si queremos colgar las galletas del árbol
Mientras se hornean, preparamos la glasa y buscamos una consistencia de perfilado y relleno, que nos va a servir para hacer las «ventanas» y para la nieve del tejado. Hacemos unos transfers con forma de cruz del tamaño de nuestras ventanas y dejamos secar hasta el día siguiente. ¿Por qué hay que hacer transfers? Porque la glasa fresca se nos caería por el hueco de las ventanas
Al día siguiente, vamos despegando los transfers y los colocamos en los huecos de las ventanas, perfilamos el borde para pegarlos a la galleta y echamos la «nieve» del tejado
Dejamos secar toda la noche y al día siguiente ya están listas.
Aprovecho para presumir de niño guapo
Y ya me despido.
Un beso gordo,
Estíbaliz
Lindas, pero en verdad el secretito secretido es lograr ese rojo maravilloso
Son preciosísimas. Mis niñas dicen que les guardes una 😉
Un beso gordo.
Para galleta bonita el del ojo guiñados, muchas felicidades
perdona como haces la masa de la galleta roja, ose cuanto tinte y de cual echas por favor, gracias y feliz navidad, son preciosas tus obras de arte.
Que monas, me encantan.
Besos
lagalletarota.blogspot.com