Cómo hacer macarons con la thermomix y sin ella también.

Siempre había querido hacer macarnos,  pero no tengo Kitchen Aid (la tendré).  Y como no se podían hacer macarons con la thermomix, pues no los hacía. Pero desde algunas  semanas atrás, cada vez que llegaba a casa, un montón de figuritas de azúcar, me gritaban “ponme encima de un macaron Miriam”, “ponme encima de un macaron”, y claro si te lo dice una bola de navidad o una hojita de acebo te da igual, pero el día en el que cuando entre tenía en la puerta a tres osos polares esperándome con una pancarta, me rendí a la evidencia. Cómo sabéis soy una tía de mucho leer, así que eso fue lo primero que hice, leer mucho. Mi cabera se llenó de ideas románticas, tamizar hasta reventar, envejecer claras de huevo,  merengue italiano, que sé yo…


Como no soy chica de muchos matices, digo tamices,  pase directamente al punto dos, claras envejecidas, y esto sólo era  una mayor concentración de proteínas, menos agua y más albúmina.  Albúmina que ya pensaba utilizar… así que utilice menos agua de la que pensaba.  Del merengue italiano tengo que confesar que pasé… Lo anoté: “Lo primero que tienes que hacer cuando seas poseedora de la Kitchen Aid, es hace merengue italiano”.  Está anotado: Anotado.
Después de unos 10 intentos, me permito escribir esto.

Ingredientes:

–    130 gr de azúcar súper fino, casi seguro que sirve el azúcar glas, pero no lo he probado
–    70 gr de almendras molidas
–    ½  cucharadita de sal
–    60 ml de agua
–    2 cucharadas y 2 cucharaditas de albúmina pura
–    1 cucharada de azúcar granulada
–    Colorante alimentario

Preparación:

1.    Ponemos almendras, azúcar y sal en la thermomix  mezclamos 10 segundos a velocidad máxima.  ¡Ya hemos tamizado! Reservamos.  (Si no tenemos thermomix tamizamos dos veces)
2.    Lavamos bien el vaso de la thermomix y ponemos el agua y la albúmina, mezclamos 10 segundos a velocidad máxima.
3.    Colocamos la mariposa y programamos 2 minutos a velocidad 3,5.

4.    Añadimos la cucharada de azúcar y el colorante y programamos otros dos minutos a velocidad 3,5: ¡Ta-da! ¡Merengue!

(Si no tenemos thermomix, no pasa nada, hacemos el merengue como lo hagamos habitualmente)

5.    Nos encontramos en el momento que decidirá entre el SÍ y el NO: mezcla merengue con almendras y azúcar, si mezclamos poco tendremos macarons rugosos, si mezclamos mucho no tendremos macarons.  La mezcla tiene que hacer picos que se pierdan a los pocos segundos. ¿Y como lo mezclamos? Despacio.

6.    Introducimos la mezcla en una manga que tenemos preparada con un boquilla del 1A, cualquier boquilla grande circular nos valdrá incluso solo el adaptador de boquillas pequeñas nos sirve. Cuando hemos terminado golpeamos la bandeka por debajo unas cuantas veces para que se asienten.


7.    Dejamos secar los macarons 45 minutos.


8.    Horneamos unos 15 minutos a 140-150º
9.    Dejamos enfriar.

Y ya tenemos las tapitas de nuestro macarons, que podemos decorar o no. Yo como tenía osos polares,  se los puse. Después los rellené con doublé cream aromatizada con agua de azahar cual roscón de reyes: ¡DELICIOSOS!

Los próximos sabrán a naranja y anís, la segunda ventaja de usar albúmina es que podemos hidratarlas con zumos de frutas naturales y licores añadiéndole una carga extra de sabor a nuestros macarnos.
Los macarons pueden salir a la primera o no, pero son de esas cosas que merece la intentar varias veces.

Un beso, Miriam G.

Calaveras fosforito – Fluor skulls

Estas galletas son súper sencillas de preparar, ahora os cuento cómo. Las calaveras dan un poco más de trabajo y hace falta isomalt, que si bien no es algo raro, no se encuentra en cualquier cocina, en la mía está porque Cristina de  Mis galletas y otras cosas  nos regaló un bote de un kilo, y como soy una abusona me lo quedé y no le deje a Estíbaliz ni 100 gr. Las calaveras se pueden sustituir por cualquier chuchería de Halloween.  Es fácil encontrar caramelos terroríficos en cualquier kiosko.

El isomalt tiene el mismo rango de sabor que el azúcar, la mitad de calorías, es apto para diabéticos y dicen que más indigesto, pero su ventaja fundamental es que con facilidad pasmosa puedes hacer caramelos transparentes o de cualquier color. También filigranas, pero eso lo dejamos para el capítulo dos.

He leído reiteradamente en internet que la proporción que hay que utilizar es de 50 gr de agua por 100 gr de isomalt, pero a mí esa mezcla me daba como resultado un caramelo gelatinoso. Así que tras varias pruebas apenas añadí un par cucharitas de agua. La temperatura ideal para trabajar con el isomalt es 150º, os recuerdo que el azúcar común empieza a tostarse a 140 º.  Tened cuidado con los recipientes que usáis, porque si no elegís bien y se desfondan luciréis una linda quemadura en el empeine durante semanas.

Se puede calentar de varias formas la mezcla de mucho isomalt y poca agua, pero a mí como me ha dado buenos resultados el microondas no me he complicado más.  A potencia máxima removiendo de vez en cuando, cuando llega a 150º esperamos a que se atempere un poco y la repartimos en distintos recipientes done le ponemos colorantes. Usé los electric de Americolor que podéis encontrar en  ENJULIANA.com Después se rellenan los moldes y esperamos a que enfríe fuera de la nevera antes de desmoldar.

En las fotos parecen que tienen luz dentro, y es así,  los atravesaba la luz de la tarde.

Las galletas las hice con esta receta, pero esta vez nada de champán, mucha vainilla.

Para la tierra trituré unas 8 galletas en la thermo a velocidad máxima.

Los ojitos son de glasa muy densa para que no hagan crack, con una bolita negra encima.

Un beso, Miriam G.

 

Clásicos I: Galletas de Lacasitos

Tenemos el blog un poco abandonado y no por gusto, sino por necesidad.  Dos trabajos, uno de ellos desarrollado con gran placer pero que se come el tiempo también,  la casa, los niños, y los familiares y amigos pidiendo tartas, sí habéis leído bien, tartas.  Así que nos hemos visto en la necesidad de desatender el blog. Todos nuestros desvelos están ahora centrados en las chicas de los talleres, y esto no es una cuña publicitaria, es un hecho.

Ayer por la tarde unas amiguitas de mis hijas venían a casa.  Y pensé que sería divertido decorar galletas juntas, pero en el último momento me arrepentí.  Llamadme excéntrica, pero no  me apetecía acabar con glasa hasta en las pestañas. Así que me decidí a hacer esta receta en la que casi me atrevo a decir que los niños disfrutan más que con la decoración. Porque a los niños los que más les gusta es revolver ingredientes, muchos, en un cuenco grande.

Hay millones de versiones de esta receta en la red, ésta es la mía.

Vamos con los ingredientes en orden de aparición.

–       150 gr de mantequilla

–       175 gr de azúcar

–       1 cucharita de sal

–       2 huevos

–       1 cucharita de buena vainilla

–       250 gramos de harina

–       2 cucharitas de polvo de hornear (levadura tipo royal)

–       85 gr de fideos de colores (un bote)

–       175 gramos de lacasitos (1 paquete)

–       100 gramos  de pepitas de chocolate.

 

Nótese que todos los ingredientes de esta receta se encuentran en cualquier supermercado.

Ponemos en un bol grande la mantequilla y el azúcar y les damos a los niños cucharas grandes para que remuevan. Añadimos huevos y vainilla y vuelven a remover. Después la harina y la levadura y dejamos que sigan dando vueltas. Y finalmente fideos, lacasitos y pepitas. Cuando la masa es homogénea, dentro de un orden -digamos que cuando todo esta bien mezclado- dejamos que pongan cucharadas de la masa bien separadas y sobre el  papel de horno que hemos colocado sobre nuestras bandejas. Horneamos unos 10 minutos a 180º. En cuanto los bordecitos empiecen a dorarse las sacamos.

Sencillas ¿verdad? Pues están espectaculares. Probadlas y me contáis.

Un beso, Miriam G.