Cómo decorar helados (o cupcakes) de forma sencilla

Ésta es una idea sencillísima, para la que sólo hace falta tener algún cortador de galletas, yo tengo varios ;-),  y barquillos para helados…

La única precaución es cortar sobre una superficie que no sea completamente rígida para evitar que el barquillo se parta al cortarlo, yo utilicé tres tapetes de silicona, y no se me rompieron ni las cucharas chiquititas.

Si queremos complicar esta idea, podemos aplicar la lógica y bañar el barquillo en chocolate, es sencillísimo. Derretimos el chocolate en el microondas lo aplicamos con una cuchara y quitamos el exceso con un palillo.

Y si tenéis en la nevera un poco de glasa con sabor a deliciosa vainilla de las islas que os sobró después de hacer estas galletas, la usáis para ponerle unos puntitos a los barquillos chocolateados.

El helado es un delicioso helado de piñones comprados, pero en lugar de echarlo en un una copa de helado, utilicé unos de esos moldecitos para bizcochos y le coloqué encima el juego de té.

Para darle un poquito de dramatismo a la foto usé http://pixlr.com/o-matic/

Un beso, Miriam G.

Porque me gustan las cerezas me gustas tú

Hace poco le eché el ojo a unos muffins en facebook. Eran éstos. Me gustaría decir que los encontré consultando mi lector de suscripciones, pero mentiría, hace siglos que no lo abro, ¿y vosotros?

Voy a ser vanidosa. Vale, vale, vale, voy a ser todavía más vanidosa: tengo un don, puedo hacerme una idea casi exacta de cómo sabe una receta con sólo leerla, lo cual me ahorra muchísimo trabajo, o me lo da, según se mire. Desde que leí esta receta hasta que la preparé no pasaron más de tres días, el tiempo que necesité para ir al supermercado y no salir sin el bicarbonato. Como sabéis, el bicarbonato pierde fuerza enseguida y como es terriblemente barato me gusta estrenarlo.

Volviendo a la receta, seamos serios: ¿Arándanos? ¿Arándanos? ¿Qué son los arándanos? Quien no responda que son las bolitas negras de los yogures de frutas del bosque, es que no ha crecido en este país. Es cierto que ahora se encuentran con facilidad, en pequeñas tarrinas que suelen traer unos 5 ó 6, bueno quizá alguno más, pero muy pocos. Así que decidí sustituirlos por unas riquísimas cerezas de temporada, mejor dicho, por muchas riquísimas cerezas de temporada.

Ingredientes para los muffins:
• La ralladura de 2 limones
• 1/2 taza de azúcar blanquilla
• 1/3 taza de azúcar morena
• 110 gr de mantequilla sin sal
• 1/4 taza de aceite vegetal (usé  virguen extra de hojiblanca)
• 3 Huevos pequeños
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla (No hay ninguna mujer demasiado delgada, ningún hombre demasiado rico, ni ningún muffin con demasiada vainilla)
• 2 2/3 tazas de harina de todo uso
• 1 1/2 cucharaditas de polvo para hornear
• 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
• 3/4 de cucharadita de sal
• 1 taza de leche
• 2 tazas de cerezas de temporada

Primero mezclé los dos tipos de azúcar con la ralladura de limón, la vainilla, la mantequilla y el aceite y tuve que atarme las manos a la espalda para no comerme la mezcla a cucharadas… Después añadí los huevos, batí un poco y finalmente la leche y la harina en dos veces cada una, intercalando una y otra. Y… ¡Listo! A las cápsulas y al horno, unos 14 minutos los pequeños y algo más los grandes.

¡A por el glaseado!
• 3 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida
• 1 taza de azúcar glas. Yo no lo tamicé.
• 1 cucharadita de aroma de cereza
• 2 cucharadas de agua tibia
Lo puse todo en un cuenco y lo mezclé con una cuchara. El glaseado lo confieso, si me lo comí a cucharadas… ¡Que rico! El aroma de cerezas sabe como las piruletas de cuando éramos pequeños con el limón y las cerezas combinan a la perfección.

Para glasearlo los introducimos boca abajo en el cuenco cuando todavía están tibios y dejamos que se impregnen bien.

Un beso, Miriam G.

¡Gracias Julia! (Y cómo hacer cristal de azúcar)

Como todos sabéis hace algunas semanas  ganamos un concurso de Julia M. Usher con nuestras layer cookies.
El premio, como también sabéis,  resultó ser una caja repletita de fantásticos productos para elaborar galletas.

Mi primer impulso fue utilizar las plantillas de mariposas, lo seguí, y fue un desastre. Así no hay quien adelgace cuando algo no me convence, en lugar de regalarlo,  me lo como.
Mi segundo impulso fue hacer una colección de mariposas, también lo seguí, y a la primera salió mal pero me las ingenié para poder regalar las galletas añadiéndoles algo de pintura


Y como todos también sabéis a la tercera conseguí meter mis mariposas detrás de un cristal. Y os cuento cómo, qué es muy fácil.
Hice 8 galletonas grandes, con un profundo hueco en su interior.

Rellené ese hueco con glasa, a lo loco, apretando mucho la manga pastelera.

Esperé pacientemente día y medio a que se secase, porque en Málaga teníamos una humedad terrible.  Recorté algunas de las bonitas mariposas que me había enviado Julia y las pegué con un poco de sirope claro de maíz.


Preparé cristal de azúcar y se lo eche por encima: ¡Listas!


Y me preguntaréis cómo se prepara el cristal de azúcar.  Facilísimo. Te pasas una semana buscando recetas en  internet y probándolas para comprobar que ninguna funciona. El cristal queda muy oscuro, o no se solidifica nunca, o se vuelve grumoso al enfriarse… Así que te pasas una semana más intentando dar con tu propia receta hasta que llegas a ésta:


–    150 g. de azúcar glas
–    50 ml. de agua
–    15 ml.  de sirope claro de maíz
–    1 pellizco de crémor tártaro.
Y luego tienes dos opciones, comprarte un termómetro y controlar la temperatura de la mezcla durante 30 ó 35 minutos para que nunca sobrepase  los 150º C o fiarte de mi palabra y ponerlo al cuatro y remover de vez en cuando.


Al principio la mezcla es muy líquida pero cuando cambie de textura es el momento de echar un poco sobre un tapete de silicona, si se solidifica rápidamente y a los pocos segundos ya forma hilos, la mezcla está lista, podéis echarla sin miedo sobre vuestras galletas.

Ahora, después de tanta mariposa, una breve reflexión personal. Me encanta hacer galletas, sí, no es una noticia de última hora. Es tan gratificante que gracias a ellas he podido conocer a  gente maravillosa como Julia M. Usher,  que no habría conocido de ninguna otra manera.

Un beso,

Miriam G.

Por fin he utilizado un pincel

En este momento en mi frigorífico está el segundo intento. Yo siempre lo he dicho, el mundo es de los que insisten.

El primer intento acabó en esto:

Las galletas que quiero hacer son completamente diferentes a las que veis en la fotos, las galletas que quiero hacer llevan una capa de glasa y encima de la glasa una cosa, y después otra.

La siguiente foto ilustra mis fallos:

· Fallo número uno: La segunda capa es estrecha dimensión z (profundidad)

· Fallo número dos: la segunda capa es estrecha dimensión x (anchura)

Para solucionar el fallo numero uno intenté echar una capa de glasa finita, pero o la boquilla era demasiado grande, o la glasa demasiado espesa o lo que es más probable, apreté la manga con mucha intensidad, el resultado es que no me quedaba espacio para echar nada más encima de la glasa sin que sobresaliese de la galleta.

Para solucionar el fallo número dos, la segunda bandeja entró en el horno con la masa caliente y un poco remodelada. Por eso tiene esa forma ligeramente ondulada, pero me gusta.

Al final tenía en mi poder 8 ó 9 lienzos en blanco de los que Estíbaliz no quería saber nada. Y me dije: si son lienzos habrá que pintarlos.

Llamé a mi amiga Vanina de Viva la tarta, y le dije, tú eres la artista, ya me dirás cómo hago para conseguir unos preciosos goterones. Su respuesta fue ésta:

Primero te explico la técnica y después hablamos de proporciones y materiales. Se prepara una aguada de acuarela, esto es agua con color. Se coge un pincel redondo de 3 cm y pelo de largo aunque esto no es indispensable. Se lo carga en la aguada, se lo «suspende » sobre el papel y apretando con los dedos (como escurriendo una mini fregona) dejamos caer «gotones» de pintura sobre el papel. Ahora: aunque da la sensación de que solo caen gotas de agua transparente o apenas coloreada, cuando se seca el color de la acuarela se concentra y sale el color. Hay que probar varias veces, proporciones de agua, color, tamaño de gota, hasta pillarle el punto. Cuando las «gotas se superponen, hacen un efecto de transparencia y superposición muy bonito.
¿Cómo lo haría yo sobre glasa? Diluiría colorantes en vodka o un mix entre vodka y agua y haría el mismo proceso con el pincel, buscando la gota y el color. Si voy a superponer gotas dejaría secar la primera antes de aplicar la segunda. En papel , hay que procurar que la gota no deje «charcos», para que no agujeree el papel. Si sucede se «absorbe» un poco de la gota con la punta enrollada de un papel de cocina. Espero haberme explicado con claridad. . TIENE QUE SALIR. Si algo no se entendió, aquí estoy. Besos y éxitos.

Y bien le hice caso en todo, menos en lo de esperar,  Dios no me dio el don de la paciencia.

Un beso, Miriam G.