Baking roses

Una mañana entró Estíbaliz en mi despacho y me dijo: «He pensado que como a la que se le da bien la masa eres tú, podrías hacer esas rosas de fondant que se hacen enrollando». Se refería a ribbon roses como éstas. Sí, sí, a mí también me sonó a venganza.

Lo intenté, y no resultaban vistosas ni tan siquiera antes de hornear. Así que probé a hacerlas como explica Alma aquí. Pero las rosas, que eran preciosas crudas, en el horno se venían abajo y salían transformadas en un amasijo, nunca mejor dicho.

Abandoné el proyecto. Y cuando os leía a todas en Facebook, y sin saber de qué se trataba me animábais, pensaba,  imposible, se vienen abajo.

Pasaron las semanas y llegaron los de Canal cocina. Preparé tantísima masa de rosas, que me dije, bueno, puedo probar otra vez. Rosas que saben a rosas, merece la pena intentarlo.

Preparé miles de pétalos y sépalos. Con la técnica que ya hemos explicado: la masa a temperatura ambiente se estira hasta alcanzar el grosor de un centímetro aproximadamente. Marcamos con el cortador y enfriamos, para después “desmoldar” con facilidad nuestras pequeñas piezas de masa de galleta.

Formé las rosas más o menos como cuenta Alma , y me dispuse a emplear todas las armas de las que disponía para evitar que mis rosas se vinieran abajo.

· Masa verde de galletas
· Congelador
· Papel de aluminio
· Molde de minicupcakes

Procedí de la siguiente manera:

Coloqué cada rosa sobre una pequeña plataforma hecha de masa verde.

Congelé las rosas. Y congeladas les coloqué papel de aluminio alrededor para que comprendiesen que no debían marchitarse en el horno.

Las metí en capsulas de minicupcakes, dentro del molde y al horno. ¡Funcionó!

Un beso, Miriam G.

¡Atención pregunta!: ¿Cuál era tu dulce preferido?

I Concurso Internacional Mensaje en una galleta.

¡Nos encantaban los sándwich de fresa!

Hace poco compramos unos botoncitos de fresa que sabían exactamente igual que el relleno de aquellas galletas: tuvimos que hacer nuestra versión. De eso trata este concurso, de recordar el dulce favorito de nuestra infancia y de elaborarlo dándole un aire nuevo:

¡Libertad creativa total!

Participar es muy sencillo, tenéis que enlazar una entrada de vuestro blog que contenga al menos una foto y una descripción de la preparación, o una foto de facebook que incluya esa descripción. (Marilena: no hace falta tener blog)

Premio, una plaza para nuestro taller virtual de septiembre y un lote de mis galletas y otras cosas con todos los materiales necesarios para realizarlo. Si el ganador o ganadora ya hubiese realizado el taller o no pudiese o quisiese realizarlo, recibirá un lote de material galletil con el doble de contenido.

Jurado, Estíbaliz y Miriam de Mensaje en una galleta, y Cristina de mis galletas y otras cosas.

Plazo, hasta el 31 de Mayo. (Mónica: esta vez te va a dar tiempo)

¿Cómo pongo el enlace? Muy fácil sólo hace falta pulsar el botón «add your link» y rellenar los tres campos que aparecerán, después elegir una foto de las que se nos muestran, y ya está. ¿Nada más? nada más.



Deja que tu masa brille – Let your dough shine

¡EXTRA, EXTRA! ¡Noticias de ultima hora! NUEVO TALLER EN SEPTIEMBRE. Toda la información sobre nuestro curso de galletas de decoradas la podéis encontrar pinchando aquí. Y si os animáis a apuntaros podéis hacerlo aquí.

Estos días hemos recibido en nuestro correo cientos de veces, vale exageramos, decenas de veces, la misma pregunta: “¿Qué hacéis para que vuestra masa brille?” Nuestra masa no brilla, pero sí es cierto es que nuestros colores son muy luminosos.  ¿Cómo lo conseguimos? Con el doble horneado.  Y ¿por qué horneamos dos veces? ¿Por hacerle un guiño al término “biscuit” (cocido dos veces)? No, las galletas y los bizcochos se horneaban dos veces para reducir la humedad que contenían y así prolongar su tiempo de conservación. Nosotras lo hacemos para que no pierdan el color.

Lately, we have received hundreds…ok, let’s not exaggerate, dozens of emails with the same question: ‘What do you do in order to make your dough shine?’. Our dough does not shine, but the truth is that our colours are very bright. How do we get that? With double baking. And why do we double bake? As a wink to the term ‘biscuit’ (twice-cooked)?. No, cookies and cakes were baked twice in order to reduce the humidity and then prolong their preserving time. We double bake so the cookies don’t lose their colour.


Cuando la masa de las galletas alcanza una temperatura, cambia de color y se tuesta, como le pasa a todas las cosas cuando las calentamos de más.  Por desgracia este proceso no es uniforme, la superficie se calienta antes que el interior. En el momento que la superficie de la galleta tiene el color que deseamos, justo antes de que empiece a dorarse, que es la forma poética de decir quemarse, el interior de la galleta no está completamente cocido: ¡Menudo problema! Y el problema va creciendo con el tamaño de la galleta. Si ya tenéis cierta experiencia horneando galletas, sabréis que la máxima: “Sacarlas del horno cuando empiecen a dorarse” sólo sirve para galletas pequeñas y medianas, para las grandes, sobre todo si son gruesas, no funciona, hay que esperar un poco más para que no queden crudas por dentro.

When the cookie dough reaches a certain temperature, it changes colour and gets browned, as it happens with any ingredient when we overheat them. Unfortunately this process is not uniform; the surface gets warmed earlier than the inside. In the moment the cookie surface has the colour we desire, right before it starts to ‘get golden’, which is the poetic way of saying ‘get burned’, the inside of the cookie is not entirely cooked: what a problem! And the problem starts to grow with the size of the cookie. If you already have certain experience baking cookies, you will know that the well known saying: ‘take them out of the oven when they start to get golden’ is only valid for small and medium size cookies, for the big ones, most of all if they are thick, it does not work, we have to wait a little more so they don’t get underdone.

¿Cómo solucionamos el problema? Con el doble horneado. Si sacamos la galleta justo justo cuando va a empezar a cambiar de color, su temperatura deja de aumentar. Cuando la volvemos a meter el horno ya estará más frío de lo que estaba, así que nos aseguramos de que la galleta no sobrepasará la temperatura que ha estado a punto de tostarla, y el calor residual del horno terminará de cocerla por dentro y le robará además un poco más de humedad de lo habitual, lo que nos viene de perlas si vamos a ponerle glasa por encima.

How do we solve the problem? With double baking. If we take the cookie out of the oven right when it’s going to change the colour, its temperature stops rising. When we put it back in, the oven will be cooler than it was and this way we make sure that the cookie will not overpass the temperature which has been about to toast it, and the residual heat in the oven will finish baking it on the inside, also taking some more humidity out of the cookie, which is great if we are going to use some royal icing on it afterwards
.

Esta técnica requiere práctica y conocimiento de nuestro horno, cuando digo siete minutos, puedo decir ocho o seis medio.  El problema es que si nos precipitamos y las sacamos antes de tiempo, ya no hay forma de recuperar la galleta, se queda cruda en el centro. Y si nos retrasamos tendremos deliciosas galletas de color pardo. No sale a la primera, y probablemente tampoco a la segunda, pero sale, os lo aseguramos.

This technique needs practising and a good knowledge of our oven. When I say seven minutes, it could be eight or six and a half. The problem is that if we rush and take the cookies out of the oven before time, there will be no chance to recover the cookies; they will be underdone on the inside. And if we let them in the oven for a longer time, as a result we will get beautiful ‘brownish-colour’ cookies. It doesn’t work the first time, and maybe not even during a second attempt, but we assure you that it works.

Otro pregunta muy repetida es ¿como teñís la masa? No os asustéis, esta vez la respuesta va a ser mucho más corta: ¡Hemos grabado un vídeo!

Another question that we repeatedly get is: ‘how do you dye the dough’? Don’t be afraid, this time the answer is going to be much shorter:  we’ve made a video!

Estos días hemos recibido en nuestro correo cientos de veces, vale exageramos, decenas de veces, la misma pregunta: “¿Qué hacéis para que vuestra masa brille?” Nuestra masa no brilla, pero sí es cierto es que nuestros colores son muy luminosos.  ¿Cómo lo conseguimos? Con el doble horneado.  Y ¿por qué horneamos dos veces? ¿Por hacerle un guiño al término “biscuit” (cocido dos veces)? No, las galletas y los bizcochos se horneaban dos veces para reducir la humedad que contenían y así prolongar su tiempo de conservación. Nosotras lo hacemos para que no pierdan el color.

Lately, we have received hundreds…ok, let’s not exaggerate, dozens of emails with the same question: ‘What do you do in order to make your dough shine?’. Our dough does not shine, but the truth is that our colours are very bright. How do we get that? With double baking. And why do we double bake? As a wink to the term ‘biscuit’ (twice-cooked)?. No, cookies and cakes were baked twice in order to reduce the humidity and then prolong their preserving time. We double bake so the cookies don’t lose their colour.


Cuando la masa de las galletas alcanza una temperatura, cambia de color y se tuesta, como le pasa a todas las cosas cuando las calentamos de más.  Por desgracia este proceso no es uniforme, la superficie se calienta antes que el interior. En el momento que la superficie de la galleta tiene el color que deseamos, justo antes de que empiece a dorarse, que es la forma poética de decir quemarse, el interior de la galleta no está completamente cocido: ¡Menudo problema! Y el problema va creciendo con el tamaño de la galleta. Si ya tenéis cierta experiencia horneando galletas, sabréis que la máxima: “Sacarlas del horno cuando empiecen a dorarse” sólo sirve para galletas pequeñas y medianas, para las grandes, sobre todo si son gruesas, no funciona, hay que esperar un poco más para que no queden crudas por dentro.

When the cookie dough reaches a certain temperature, it changes colour and gets browned, as it happens with any ingredient when we overheat them. Unfortunately this process is not uniform; the surface gets warmed earlier than the inside. In the moment the cookie surface has the colour we desire, right before it starts to ‘get golden’, which is the poetic way of saying ‘get burned’, the inside of the cookie is not entirely cooked: what a problem! And the problem starts to grow with the size of the cookie. If you already have certain experience baking cookies, you will know that the well known saying: ‘take them out of the oven when they start to get golden’ is only valid for small and medium size cookies, for the big ones, most of all if they are thick, it does not work, we have to wait a little more so they don’t get underdone.

¿Cómo solucionamos el problema? Con el doble horneado. Si sacamos la galleta justo justo cuando va a empezar a cambiar de color, su temperatura deja de aumentar. Cuando la volvemos a meter el horno ya estará más frío de lo que estaba, así que nos aseguramos de que la galleta no sobrepasará la temperatura que ha estado a punto de tostarla, y el calor residual del horno terminará de cocerla por dentro y le robará además un poco más de humedad de lo habitual, lo que nos viene de perlas si vamos a ponerle glasa por encima.

How do we solve the problem? With double baking. If we take the cookie out of the oven right when it’s going to change the colour, its temperature stops rising. When we put it back in, the oven will be cooler than it was and this way we make sure that the cookie will not overpass the temperature which has been about to toast it, and the residual heat in the oven will finish baking it on the inside, also taking some more humidity out of the cookie, which is great if we are going to use some royal icing on it afterwards
.

Esta técnica requiere práctica y conocimiento de nuestro horno, cuando digo siete minutos, puedo decir ocho o seis medio.  El problema es que si nos precipitamos y las sacamos antes de tiempo, ya no hay forma de recuperar la galleta, se queda cruda en el centro. Y si nos retrasamos tendremos deliciosas galletas de color pardo. No sale a la primera, y probablemente tampoco a la segunda, pero sale, os lo aseguramos.

This technique needs practising and a good knowledge of our oven. When I say seven minutes, it could be eight or six and a half. The problem is that if we rush and take the cookies out of the oven before time, there will be no chance to recover the cookies; they will be underdone on the inside. And if we let them in the oven for a longer time, as a result we will get beautiful ‘brownish-colour’ cookies. It doesn’t work the first time, and maybe not even during a second attempt, but we assure you that it works.

Otro pregunta muy repetida es ¿como teñís la masa? No os asustéis, esta vez la respuesta va a ser mucho más corta: ¡Hemos grabado un vídeo!

Another question that we repeatedly get is: ‘how do you dye the dough’? Don’t be afraid, this time the answer is going to be much shorter:  we’ve made a video!

 

 

Galletas de rosas rellenas de chocolate.

El sabor de estas galletas es muy sofisticado, está mal que lo diga yo, que soy su  creadora, pero es así: intenso y sofisticado. El toque floral y fresco de las rosas combina a la perfección con la profundidad y el sutil amargor del chocolate negro. Para esta receta no sirve el chocolate de repostería de Hacendado, ni siquiera el chocolate de postres de Nestlé, necesitamos un buen chocolate, yo usé Valrhona.

Para la masa de las galletas utilicé esta receta, que como recordáis lleva pasta de rosas en su composición.

El relleno es muy sencillito:

–       150 gr de chocolate

–       150 gr de leche condensada

–       1 cucharada (15ml) de agua de rosas

Ponemos a fuego muy lento el chocolate y la leche condensada, y removemos hasta que el chocolate se funda y los dos ingredientes se integren. Añadimos el agua de rosas y volvemos a integrar. Esperamos a que la crema se enfríe antes de rellenar nuestras galletas.

Para formar las tartaletas de galletas seguimos estos sencillos pasos:

1. Estiramos la masa de las galletas con 2mm de grosor y cortamos la base.

2. Estiramos las galletas con 4mm de grosor y utilizamos el mismo cortador que para la base y además uno circular para hacer el vaciado.

3. Montamos la tartaleta.

4. Horneamos y rellenamos.

Y para que nos queden más monas, colocamos encima una tapita de chocolate, utilizando esta técnica.

¡Así de fácil!

Un beso,

Miriam G.