¿Os ha tocado la lotería? ¡A mí tampoco! Pero no me importa porque puedo seguir programando y horneando… Puedo seguir acostando cada noche a mis hijas y comiéndomelas a besos. Puedo seguir desayunando con Estíbaliz de lunes a viernes en la terraza de un bar mientras el sol me da en la cara, y quizás un día él me sonría… Me refiero al 2015 ;-).
Sonrisa de boba la que se me quedó cuando tras una petición confusa de las niñas me comprometí a hacer galletas, y me informaron que para el presente curso académico el número sus profes ascendía a un total de 8.
Os cuento a qué llamo yo una petición confusa:
– Mamá queremos que les hagas galletas de Navidad a los profes, queremos que sepan a qué te dedicas.
– Pero es que yo no me dedico a hacer galletas -cierto que me gustaría- pero no es eso lo que hago.
– Mamá es que A. dice que su madre hace galletas mejor que tú.
– Pues pregúntale a A. si su mamá ha salido en la tele haciendo galletas.
– Bueno mamá, ¿vamos a hacer galletas o no?
La situación era esta: galletas para 8 profesores y además teníamos que lucirnos, y el plural no es mayestático, teníamos que lucirnos las tres porque querían decorar conmigo: ¡Horror!
La necesidad es la madre de los inventos, y ahí va el nuestro, además lo hemos envuelto para felicitar la Navidad:
Un par de apuntes, los pinceles tienen que ser planos y bastante grandes, el de la nieve un poco más pequeño que el del árbol. El pincel siempre debemos mantenerlo en vertical y antes de pintar sobre la glasa debemos retirar el exceso de pintura.
He usado dos pinturas metalizadas, una dorada y otra blanca, y a las dos les he añadido un poco de colorante en polvo del mismo color que la pintura para darles consistencia.
Para adornar los arbolitos hicimos montones de pequeñas galletas: bolas, campanas, ángeles, estrellas y metimos un buen puñado de ellas y un árbol en cada bolsita. Pusimos lazos a millones de bolsas y usamos muchos metros de papel de seda. Y aunque sé que me vais a creer cuando os diga que nos quedaron unas cajas monísimas, me hubiese encantado fotografiarlas para enseñároslas, pero a las 2 de la mañana la luz natural no es muy buena.
Y nada más, solo desearos una felicísima Navidad.
Un beso gordo, Miriam G.