Para nosotras lo más importante no es hacer galletas bonitas (que también), es hacerlas muy ricas. Queremos que cuando te eches una a la boca no puedas parar de comer una detrás de otra hasta ver lucecitas de colores.
Un año entero, el 2011, estuvimos dándole vueltas hasta que nos convenció la receta de galletas de vainilla y, cuando la tuvimos, le añadimos pasta de rosas y de violetas. Nos enamoramos de la receta de Lilaloa y la adaptamos a las condiciones locales. Esto nos dejó satisfechas una temporada. Pero hace cosa de 5 ó 6 semanas, con las Navidades al acecho, reabrimos el laboratorio, en busca de esa galleta que nos faltaba. Y ya sin más pasamos a presentárosla.
Galleta de avellana
• 200 gr. de mantequilla
• 200 gr. de azúcar molida en la thermomix o sin moler
• 150 gr. de pasta de avellanas tipo praliné con alto contenido en avellana.
• 2 huevos ecológicos o de corral, no son muy grandes
• Una cucharadita de vainilla
• Una cucharadita de aroma avellana
• Una cucharadita de extracto de vainilla
• Una cucharadita de sal
• 75 gramos de chocolate, le puse Nestlé postres.
• 450 gramos de harina de repostería.
Derretimos el chocolate en el microondas y reservamos. No os tengo que decir que el chocolate en el microondas se derrite poco a poco.
Mezclamos la mantequilla y azúcar. Después le incorporamos los huevos, la vainilla, el aroma de avellana y la pasta de avellanas.
Y a esa mezcla le añadimos el chocolate y volvemos a batir.
Tamizamos la harina y se la agregamos en tres veces. Amasamos un poco, estiramos entre dos papeles de horno y a la nevera. Sacamos.
Esta receta es el fruto de varios experimentos no totalmente exitosos. Pero cuando probé con estas proporciones me di cuenta nada más amasar un poquito, que esta vez sí iba a funcionar, la masa enseguida dejó de estar pegajosa y se volvió muy manejable.
Ésta era la segunda vez que la hacía y para ponerla a prueba decidí usar unos mini cortadores de letras para fondant que compré hace un siglo o dos. Corté unos 200 números en unos minutos. El truco para sacarlos del cortador sin marcas ni roturas ¿Sabéis cual es? Un pincel, y empujar muy cerca de la bandeja.
Como eran galletas tan chiquititas necesitaron muy poco horno. Si os gustan suaves y tiernas como a mí horneáis 5 minutos a 180º, si os gustan crujientes como a Estíbaliz, entonces 6 minutos.
No queda ni una. María se las ha zampado a escondidas entre ayer y hoy, y no ha comido nada más, y os puedo asegurar que en casa hay comida para saciar a varias manadas de lobos.
Dudé un buen rato: ¿con qué esencia debía aromatizar la glasa? Me decidí por un ligero toque de… redoble de tambores: ¡Avellana! El sabor de la galleta está perfectamente equilibrado no necesita nada más… La glasa en este caso sólo acompaña.