Niño. 6 años pero ya sabe lo que quiere. Un poco friki.
-«¿Qué tarta quieres por tu cumpleaños?»- pregunto
-«Una de superhéroes»- me contesta
-«¿Del Capitán América?» -le digo, por si cuela
-«No, de Los Vengadores»- me dice sin morder el anzuelo
-«¿Y no te gusta más una del Capitán América?»- le digo, intentando negociar.
-«No, de Los Vengadores 2» – se enroca. «Mira, son éstos» y me lleva al ordenador y me los enseña:
-«Mira, son el Capitán América, el Hombre Hormiga, La Avispa, Thor, Iron Man, Ojo de Halcón, Hulk y la Pantera Negra»
-«Vale, está bien», pongo cara de póker y suspiro pensando en cómo me las voy a arreglar para hacer una tarta con tanto muñeco, si lo mío son las galletas y con dificultad. «Ya está, le planto los muñequitos de plástico que tiene encima de la tarta y va que chuta». Pero no tenemos ni la Avispa, ni el Ojo de Halcón ni la Pantera Negra. «¡Impresión comestible! ¡Estoy salvada!»
Pues nada, a bucear horas y horas por Internet en busca de los muñecos. Después otras cuantas de horas delante del Photoshop editando las imágenes para que entraran en las galletas.
Lo siguiente era otro quebradero de cabeza: la impresión comestible es en dos dimensiones e iba a quedar un poco raro recortar los muñecos y pegarlos en la tarta. Fichas. Fichas de los superhéroes, galleta cubierta con glasa por delante y por detrás con la imagen del dichoso superhéroe puesta encima de una peana. Me sonríe la suerte porque coincide en que Sugarbelle’s acaba de hacer un tutorial de galletas 3D de unos gorros de bruja monísimos.
Horneo 12 galletas rectangulares con sus correspondientes 12 peanas, o sea, 12 galletas redondas cuyo diámetro era igual al lado más corto de los rectángulos.
Le planteo a Miriam el problema de que iba a necesitar 6 días para cubrir completamente con glasa todas las caras de las galletas (1 día por cada cara) y me ahorra 4 días dándome la idea de que las cubriera con glasa al estilo de los cupcakes 3D de Sugarbelle.
Las galletas son pequeñas. ¿Dónde las pongo para que chorree la glasa sobrante? Pues encima de los adaptadores de boquillas. Eso sí, manejándolas con mucha delicadeza porque pueden volcar fácilmente y ocasionar un desastre. Seguro que a alguien se le ocurre una forma mejor de ponerlas en alto, pero yo era lo que tenía más a mano. Aquí van los 4 primeros pasos. La glasa sobrante la quité con un palillo porque era lo menos agresivo para que encontré para que no se volcara todo el chiringuito
Dejamos secar todas las galletas y al día siguiente ataco la parte de atrás, que ya está chupado.
Después de secar la parte posterior (otro día más), colocamos las bases redondas de las galletas debajo de la rejilla que nos va a servir de soporte mientras se secan las galletas. Una vez colocadas las bases vamos echando en la parte inferior de cada galleta rectangular un cordón de glasa negra, el mismo color que va a tener la base. Apretamos la galleta vertical contra la horizontal y la deslizamos para que quede apoyada contra la rejilla y no se incline. Calzamos la galleta por detrás con un trocito de servilleta de papel y dejamos secar otro día más.
Al tercer día, le echo el piping y el flooding y a secar otro día más. Ya «sólo» queda pegar las imágenes con el sirope de maíz por delante y por detrás. Apoyo las galletas encima de unas hojas de papel de horno dobladas para que no sufra la pasta de azúcar ya pegada, ya sabéis que se rompe con sólo mirarla.
Y el resultado final, que casi me cuesta la salud:
Me hubiera gustado haber repetido todos los pasos de nuevo y haber hecho mejores galletas y mejores fotos pero el día sólo tiene 24 horas y el cumpleaños no podía cambiarse de fecha, jajaja. La próxima vez tendré en cuenta lo siguiente:
-Sólo hay que echar glasa en 3 de los lados de las galletas, para la parte inferior no es necesaria ya que no se ve porque va pegada a la peana. Tuve que raspar ese lado para que se acoplara bien a la galleta redonda
-El piping de la peana es mejor echarlo antes de pegar la galleta vertical ( como bien dice Sugarbelle)
-Para el calzo a la galleta vertical mientras se seca encima de la peana es más conveniente usar una servilleta suave de papel en vez de papel de horno porque araña un poco la capa de glasa seca.
-El año que viene compro la tarta en el Mercadona, jajaja
Aquí va un bonus extra de las brujas de MEUG (para que nos critiquéis, jajajajaja. Miriam dice que a ella no, que ella, como quedamos, se maquilló de bruja, e insiste en que yo me maquillé de pin-up, jajajaja)
Un beso,
Estíbaliz