Fin de curso y nueva etapa, la de primaria para mi niño. Aún recuerdo cuando lo llevé al cole por primera vez. Sólo tenía 2 añitos (es verdad que cumplía los 3 al mes siguiente, pero así suena más dramático) y todavía no controlaba del todo el pipí. Así que fueron días de muchos cambios para él y para mí. Cuando se dirigía a la fila para entrar en clase el pobre iba llorando y yo me quedaba mirando aguantando el tipo como podía. Hasta que un día entró sin llorar y la que se puso como una magdalena fui yo. Durante ese curso y el siguiente su seño Meri fue la que le enseñó a leer y a escribir sus primeras palabras, a respetar a sus compañeros, a compartir y a muchas cosas más. Por todo ello, lo mínimo que pudimos hacer para agradecérselo fue hacerle una galleta de puño y letra de Germán:
En el último curso fue la seño Juani la responsable de que Germán lea ahora asombrosamente bien y escriba de maravilla.
Por último, desde aquí, sólo puedo dar las GRACIAS a Meri y a Juani por haber sido dos de las personas más importantes en la vida de mi hijo durante los años más especiales del cole.
Un beso,
Estíbaliz