Galletas fáciles para San Valentín

Supongo que tras la cruzada contra San Valentín, en el supuesto de que tenga algún sentido usar la palabra cruzada para referirse a la campaña de descrédito de un santo, pensareis que no hay amor en mi vida. Si dejamos a un lado el amor verdadero, el que siento por mis hijas, mis padres, mis hermanos, mis amigos… por todas esas personas a las que quiero y a las que un días les dedicaré un Goya, si nos centramos en el amor romántico, pues tengo uno: el chocolate. Pensabais que era la cerveza, también, pero sssshhhh no lo digáis muy alto, que no quiero que el primero se entere.

Estas galletas las he hecho con mi amor en mente:

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Son galletas de chocolate, cubiertas con glasa de chocolate.  Están riquísimas, se hacen en un momento y solo necesitamos un cuchillito y un tenedor de IKEA, o similiar.

Horneamos las galletas y en esta ocasión no tenemos que esperar para decorar, en cuanto estén frías podemos ponerles la glasa por encima. Normalmente esperamos 24 o 48 horas a que la mantequilla de la galleta esté asentada para que la probabilidad de que manche nuestra glasa sea menor. Pero si esto ocurriese, tranquilas basta que queramos para que no pase, daría un aspecto más realista a nuestra corteza de árrbol.

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La glasa de chocolate tiene que estar muy espesa, tal cual sale del robot de cocina. No hace falta mucha, así que yo esta vez utilicé estas cantidade:.

-250 gramos de azúcar glas. Para esta decoración no es necesario utilizar icing sugar, ya que nuestra glasa no tiene que salir por el fino orificio de una boquilla.
– 2 cucharadas de albúmina o polvo de merengue
– 2 cucharadas de cacao puro, utilice Valor.
– 30 ml de agua. Quizás necesitéis un poco más si no vivís en un puerto de mar.

No he probado, pero estoy casi segura de que el resultado será muy parecido si sustituimos la albúmina y el agua por una clara de huevo.

Y, como siempre, pero esta vez con menos cuidado mezclamos los elementos sólidos y luego añadimos el agua, batimos a velocidad muy baja hasta tener una textura tipo pasta de dientes antigua.

Cogemos el cuchillito y aplicamos la glasa sobre la galleta.  Teniendo cuidado de hacerlo por la parte de la sierra para que la glasa quede ligeramente marcada:

cuchillito

Y después cogemos el tenedor y dejamos salir todo nuestro arte.

tenedor

Cuando ha pasado aproximadamente una hora, dado que somos multiculturales, cogemos un palillo chino y realizamos en el árbol nuestra inscripción.
Esperamos un par de horas o más y con un rotulador de pintura comestible, o con un pincelito fino y un poco de colorante diluido en ginebra repasamos la inscripción para que se lea mejor.

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Un beso gordo, Miriam G.

Si quieres un trocito de mi corazón, cógelo

Bueno, esto va de mal en peor, se empieza por no poner recetas y se acaba aquí, en un consultorio sentimental. ¡Horror! Si no quieres seguir leyendo, no tienes que hacerlo.

No me gusta mucho Halloween, soporto a duras penas la Navidad y detesto San Valentín.  Ya lo dije el año pasado, nada de flores, ni de bombones: quien quiera un pedacito de mi corazón que me invite a cerveza.

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Pero no nos desanimemos. ¡Vamos a buscarle alguna utilidad a esa fiesta tan ñoña! Por ejemplo, podemos usarla de coartada. La regla general, a la que en cuatro décadas de existencia, apenas le he contabilizado un par de excepciones es esta: “Si no sabes si le gustas, NO le gustas”. Y si nos regimos por ella, estadísticamente seremos mucho más felices que si no lo hacemos.  Pero como por lo general somos como Santo Tomás, necesitamos certezas abrumadoras, aprovechemos San Valentín como excusa: cualquier acto romántico realizado invocando a este santo nos será perdonado.

¿No pilla los mensajes ocultos que le dejas en Instagram y Facebook?  A lo mejor es porque no te sigue… ¿No te invita a café por más caídas de pestañas y sonrisas que le dedicas? A lo mejor es porque está casado… Pero si aún así quieres salir de dudas,  ¡hazle un regalo por  San Valentín!

Regálale galletitas de chocolate con forma de corazón, esta receta es casi un filtro de amor.  O prepáraselas de canela y azúcar panela si lo que prefieres es que te tire de la falda.

O también puedes hacerle un corazón  de galleta muy grande, tanto como el tuyo. Y cortarlo en trocitos:

acuchillo

Te recomiendo que cortes primero el corazón. Lo vuelvas a enfriar un rato a dos grados centígrados o menos y cuando esté muy frío lo dividas en trozos con un cuchillo afilado. El cuchillo debes ponerlo perpendicular a la masa y hacer cortes decididos y precisos. Vuelves a enfriar los trozos y los horneas.

Esperas a que se enfríen y los pintas de distintos colores para que él pueda elegir el que más le guste.

Para los trocitos dorados he utilizado esta pintura comestible dorada:

pinturadoradaSolo necesitas aplicarla con un pincel directamente sobre la galleta.

Para los dos tonos de rosa he utilizado:

•    Ginebra, vodka o cualquier otra bebida transparente de alta graduación. También sirve el alcohol de uso alimentario que venden en las tiendas de repostería creativa.
•    Colorante blanco en polvo, en mi caso Sugarflair. No sirve en gel, el polvo es el que da esa textura tipo «chalk paint», además seca mucho más rápido.
•    Colorante en pasta o gel,  utilicé deep pink y electric pink de Americolor

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Mezclamos cantidades comedidas de los tres ingredientes, empezando con poco blanco y añadiendo más si necesitamos un tono más claro, removemos hasta que no queden grumos, cogemos un pincel de uso alimentario, y a pintar.

Y ya solo falta que le escribas una nota:

“Si quieres un trocito de mi corazón, cógelo”

Lo metes todo en una bonita caja de lata y se lo das.

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Pueden ocurrir dos cosas, como siempre una buena y otra mala. Empezamos por la buena, se horroriza y sale huyendo, liberándote de tanto sufrimiento.  La mala, te pide matrimonio, reflexionas y piensas que el muchacho no era para tanto 😉

Un beso gordo, Miriam G.

Año nuevo… ¡talleres nuevos!

¿Qué tal lleváis la vuelta a la «realidad»? Esperamos que muy bien y que sea así para el año entero. Mejor no ha podido ser para nosotras porque empezamos el año con dos nuevos talleres para nuestra Tallerería. Por un lado, nuestro nuevo taller de galletas decoradas especial San Valentín, cuya primera edición empieza este mismo lunes día 12 y la siguiente el día 26 de enero. Aprenderemos a hacer unas galletas preciosas con unos adorables pajaritos, todo ello aderezado con mucho mucho amor.

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Os hemos preparado un vídeo para que veáis lo bien que nos lo vamos a pasar decorando juntas:

Si queréis más información, solo tenéis que pinchar en este enlace

Y por otro lado… ¡tachán, tachán! ¡un taller de craft & scrap, nada más y nada menos que con nuestra adorada y admirada Marina Blaukitchen! Marina nos enseñará a hacer preciosas etiquetas para cualquier época del año

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Y un montón de cosas preciosas más, incluido un recetario:

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¿A qué es realmente precioso? ¿Cómo podéis apuntaros? Pues este viernes día 9 de enero, a partir de las 16:00 aquí

Y no nos despedimos sin recordaros que están las inscripciones abiertas de las nuevas ediciones de todos nuestros talleres

Un beso,

Miriam y Estíbaliz

Galletas para regalar en Navidad

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¿Os ha tocado la lotería? ¡A mí tampoco! Pero no me importa porque puedo seguir programando y horneando… Puedo seguir acostando cada noche a mis hijas y comiéndomelas a besos. Puedo seguir desayunando con Estíbaliz de lunes a viernes en la terraza de un bar mientras el sol me da en la cara, y quizás un día él me sonría… Me refiero al 2015 ;-).

Sonrisa de boba la que se me quedó cuando tras una petición confusa de las niñas me comprometí a hacer galletas, y me informaron que para el presente curso académico el número sus profes ascendía a un total de 8.

Os cuento a qué llamo yo una petición confusa:

– Mamá queremos que les hagas galletas de Navidad a los profes, queremos que sepan a qué te dedicas.
– Pero es que yo no me dedico a hacer galletas -cierto que me gustaría- pero no es eso lo que hago.
– Mamá es que A. dice que su madre hace galletas mejor que tú.
– Pues pregúntale a A. si su mamá ha salido en la tele haciendo galletas.
– Bueno mamá, ¿vamos a hacer galletas o no?

La situación era esta: galletas para 8 profesores y además teníamos que lucirnos, y el plural no es mayestático, teníamos que lucirnos las tres porque querían decorar conmigo: ¡Horror!

La necesidad es la madre de los inventos, y ahí va el nuestro, además lo hemos envuelto para felicitar la Navidad:

Un par de apuntes, los pinceles tienen que ser planos y bastante grandes, el de la nieve un poco más pequeño que el del árbol. El pincel siempre debemos mantenerlo en vertical y antes de pintar sobre la glasa debemos retirar el exceso de pintura.

He usado dos pinturas metalizadas, una dorada y otra blanca, y a las dos les he añadido un poco de colorante en polvo del mismo color que la pintura para darles consistencia.

Para adornar los arbolitos hicimos montones de pequeñas galletas: bolas, campanas, ángeles, estrellas y metimos un buen puñado de ellas y un árbol en cada bolsita. Pusimos lazos a millones de bolsas y usamos muchos metros de papel de seda. Y aunque sé que me vais a creer cuando os diga que nos quedaron unas cajas monísimas, me hubiese encantado fotografiarlas para enseñároslas, pero a las 2 de la mañana la luz natural no es muy buena.

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Y nada más, solo desearos una felicísima Navidad.

Un beso gordo, Miriam G.