Glasa, una cuestión de proporciones

¿Por qué en España se utilizan claras pasteurizadas para hacer la glasa? La respuesta es sencilla, porque las venden en el Mercadona. ¿Es sólo por eso? No, también porque las recetas escritas en castellano suelen utilizar ese ingrediente.  Abrid Google y teclead «receta glasa real». Podemos comprobar que todas las recetas de las dos primeras páginas incluyen sólo la clara de huevo; lo más curioso es que  la mayoría no hace referencia al peso o al tamaño de las mismas.

Y tú me dirás que preparas una glasa estupenda usando claras pasteurizadas, y que con ella decoras miles de galletas y te quedan preciosas. Y no seré yo quien te quite la razón.  Con un utilitario se recorren miles de kilómetros tan ricamente. Pero, una vez que lo pruebas, prefieres viajar un coche de gama alta.

Antes de seguir vamos a aclarar algunos conceptos.

Polvo de Merengue – Tiene como ingrediente básico las claras de huevo deshidratadas y, en función del fabricante, varían los aditivos: estabilizantes, antiapelmazantes, como la maicena, y aromas. Pero básicamente es albúmina deshidratada.

Albúmina deshidratada. Es una proteína pura, de alta calidad. Siempre partiendo de huevos frescos de calidad, se obtiene, por separación de la yema, la clara de huevo. Es necesario que el huevo sea fresco para lograr una mejor separación más pura entre yema y clara.

Ventaja principal del polvo de merengue, no hay que hidratarlo previamente. Ventaja principal de la albúmina, puedes darle el sabor que tú quieras y añadirle los aditivos que tú quieras. Puedes decidir por ejemplo, si usar crémor tártaro o no, muchos polvos de merengue lo incluyen en su composición.

La ventaja de estos dos productos sobre las claras pasteurizadas es que no llevan agua. Ahora veremos por qué esto es una ventaja.

El agua se evapora cuando la glasa se seca. Por tanto, nuestra preocupación principal  debe ser encontrar la proporción adecuada entre la proteína y el azúcar. La glasa es básicamente azúcar, añadimos la albúmina para cohesionarla. Si añadimos poca albúmina, la glasa quedará suelta, y necesitaremos menos presión para deshacerla, será una glasa “débil”. Hay una forma muy fácil de saber que la glasa tiene una cohesión óptima, con glasa densa (poca agua) y boquilla del 16 o similar echamos un cordoncito como el señalado con un 1 en la foto y esperamos a que se seque…Apretamos con fuerza usando dos dedos, no debe romperse, debe dejar marca en los dedos.

Una vez que tenemos la proporción adecuada de azúcar/albúmina añadimos el agua, que lo que nos proporciona es distintas densidades de glasa húmeda. Estas densidades nos permiten usar la glasa de múltiples formas, como ilustra las figuras anteriores.

La proporción que a nosotras nos gusta de albúmina/azúcar es, como ya sabéis, 2,5 cucharadas de albúmina por cada 500 gr de azúcar.

Añadimos muy poquita agua inicialmente, y obtemos una glasa que nos permite hacer cordones, ruffles o flores (1,2,3). Si le añadimos más agua, podemos hacer los corazones del vestido (4), y con más agua todavía las rosas o los corazones azules (5,6).

Y ahora la pregunta del millón. ¿Puedo conseguir esta proporción con claras de huevo pasteurizadas? Me temo que no.

Una clara de huevo equivale a:

– dos cucharitas (10 ml) de albúmina

–  2 cucharadas (30) ml de agua

Pero hemos quedado que no importa el agua que lleve porque se evapora, que lo importante es la proporción de albúmina/azúcar… Si para 2,5 cucharadas (37,5ml) de albúmina necesitamos 500 gr de azúcar, para 10 ml (una clara) necesitamos 133 gramos de azúcar… Lo sé, es mucho menos de 200 gr de azúcar por clara. ¿Por qué añadirle entonces 200? Porque, como no controlamos el agua, la única forma de modificar la densidad es añadir azúcar.

¿Para hacer una buena glasa se necesita saber todo esto? Evidentemente no. Basta con seguir nuestra receta, que es sencillísima.

Por último, os dejamos este interesantísimo documento de la Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria (AESAN)

Un beso,

Miriam G.

Galletas de rosas

Lo más asombroso de estas galletas es su sabor. Saben a rosas.  Sí, justo como te imaginas que sabe una rosa.  Y aunque a priori el sabor a rosa pueda inquietar un poco, las galletas resultan deliciosas.

Vamos a empezar con la masa.

–          100  gramos de azúcar glas.

–           50 gramos de pasta de rosas.

–          400 gramos de harina de repostería de una marca que sea bastante blanca. Bien tamizadita.

–          225 gramos de mantequilla a temperatura ambiente. Esto es una barra menos un trocito.

–          Un par cucharaditas de un buen extracto de vainilla. Si estamos usando pasta natural de rosas no vamos a escatimar con la vainilla.

–          Una cucharadita de sal.

–           Un huevo pequeño, ecológico o de corral.

He utilizado esta pasta de rosa, y antes de que me preguntéis os diré que la compre en My Lovely Food-Online Fresh Shop. Ni idea de qué cantidad debía usar y en el bote no ponía nada, así que me la jugué, y por una vez acerté.

Yo preparo la masa de las galletas con la thermo. Pongo la mantequilla, la pasta de rosas, el azúcar y la sal en el vaso y mezclo, sólo mezclar para no añadir aire a los ingredientes.  Añado el huevo y la vainilla y vuelvo a mezclar. Cuando tengo una especie de crema uniforme, añado la harina en dos o tres veces. Saco del vaso y amaso un rato.

No estiro la masa, la meto en la nevera y espero a que este fría y la estiro después, entre dos hojas de papel de horno. Y vuelta a la nevera. Pasadas al menos 4 o 5 horas corto las galletas y a la nevera otro rato.

Enciendo el horno, lo pongo a 200 grados, espero 10 minutos, lo bajo a 190, en este caso a 180, meto las galletas, bien separadas y no demasiado cerca de los bordes de la bandeja.  Las horneo unos 7 minutos, las saco justo antes de que los bordes empiecen a dorarse. Y repito la operación con todas las galletas.

Hasta aquí todo normal, hemos conseguido un montón de galletas rositas y, para que engañarnos, un poco crudas, para las fotos muy bien, pero para comérselas, no tanto.

Apagamos el horno, esperamos un poco, y metemos todas las galletas,  en dos bandejas,  ya no importa que estén cerca las unas de las otras. El horno, repito caliente, pero apagado. Las dejamos dentro unos 20 minutos, esta vez tuve que dejarlas un rato más…

Vamos a por la glasa. La receta es ésta. Pero hemos añadido un ingrediente… Agua natural de… ¡Rosas!

He utilizado este agua de rosas, y antes de que me preguntéis os diré que la compré en My Lovely Food-Online Fresh Shop.

Ni idea de cuánto echar… Pero esta vez tuve más suerte y el frasco venía con una indicación: 30 gr por kilo. Y como usamos medio kilo, pues la mitad 15 ml de agua de rosas y hasta 80, 65 ml de agua mineral para hidratar la glasa. El sabor que se consigue es simplemente espectacular.

Con unas galletas y una glasa así, había que lucirse.

Pero repito el sabor es lo espectacular de estas galletas, así que para no despistarnos con el aspecto se me ocurrió también hacer unos simples pétalos.

Es sencillo, buscad, y seguro que encontrareis una flor grande entre vuestros cortadores, con un cuchillo bien afilado y la masa fría separad los pétalos, echadles un poquito de glasa… No queda ni uno… Volaron y no precisamente porque se los llevase el viento que ha soplado hoy.

Y para terminar, la solución al mini juego: Variaciones sin repetición de 4 elementos tomados de dos en dos.

Un beso,

Miriam G.

El desafío: galletas 3D cubiertas de glasa por delante y por detrás.

Niño. 6 años pero ya sabe lo que quiere. Un poco friki.

-«¿Qué tarta quieres por tu cumpleaños?»- pregunto

-«Una de superhéroes»- me contesta

-«¿Del Capitán América?» -le digo, por si cuela

-«No, de Los Vengadores»- me dice sin morder el anzuelo

-«¿Y no te gusta más una del Capitán América?»- le digo, intentando negociar.

-«No, de Los Vengadores 2» – se enroca. «Mira, son éstos» y me lleva al ordenador y me los enseña:

-«Mira, son el Capitán América, el Hombre Hormiga, La Avispa, Thor, Iron Man, Ojo de Halcón, Hulk y la Pantera Negra»

-«Vale, está bien», pongo cara de póker y suspiro pensando en cómo me las voy a arreglar para hacer una tarta con tanto muñeco, si lo mío son las galletas y con dificultad. «Ya está, le planto los muñequitos de plástico que tiene encima de la tarta y va que chuta». Pero no tenemos ni la Avispa, ni el Ojo de Halcón ni la Pantera Negra. «¡Impresión comestible! ¡Estoy salvada!»

Pues nada, a bucear horas y horas por Internet en busca de los muñecos. Después otras cuantas de horas delante del Photoshop editando las imágenes para que entraran en las galletas.
Lo siguiente era otro quebradero de cabeza: la impresión comestible es en dos dimensiones e iba a quedar un poco raro recortar los muñecos y pegarlos en la tarta. Fichas. Fichas de los superhéroes, galleta cubierta con glasa por delante y por detrás con la imagen del dichoso superhéroe puesta encima de una peana. Me sonríe la suerte porque coincide en que Sugarbelle’s acaba de hacer un tutorial de galletas 3D de unos gorros de bruja monísimos.

Horneo 12 galletas rectangulares con sus correspondientes 12 peanas, o sea, 12 galletas redondas cuyo diámetro era igual al lado más corto de los rectángulos.
Le planteo a Miriam el problema de que iba a necesitar 6 días para cubrir completamente con glasa todas las caras de las galletas (1 día por cada cara) y me ahorra 4 días dándome la idea de que las cubriera con glasa al estilo de los cupcakes 3D de Sugarbelle.
Las galletas son pequeñas. ¿Dónde las pongo para que chorree la glasa sobrante? Pues encima de los adaptadores de boquillas. Eso sí, manejándolas con mucha delicadeza porque pueden volcar fácilmente y ocasionar un desastre. Seguro que a alguien se le ocurre una forma mejor de ponerlas en alto, pero yo era lo que tenía más a mano. Aquí van los 4 primeros pasos. La glasa sobrante la quité con un palillo porque era lo menos agresivo para que encontré para que no se volcara todo el chiringuito

Dejamos secar todas las galletas y al día siguiente ataco la parte de atrás, que ya está chupado.


Después de secar la parte posterior (otro día más), colocamos las bases redondas de las galletas debajo de la rejilla que nos va a servir de soporte mientras se secan las galletas. Una vez colocadas las bases vamos echando en la parte inferior de cada galleta rectangular un cordón de glasa negra, el mismo color que va a tener la base. Apretamos la galleta vertical contra la horizontal y la deslizamos para que quede apoyada contra la rejilla y no se incline. Calzamos la galleta por detrás con un trocito de servilleta de papel y dejamos secar otro día más.

Al tercer día, le echo el piping y el flooding y a secar otro día más. Ya «sólo» queda pegar las imágenes con el sirope de maíz por delante y por detrás. Apoyo las galletas encima de unas hojas de papel de horno dobladas para que no sufra la pasta de azúcar ya pegada, ya sabéis que se rompe con sólo mirarla.

Y el resultado final, que casi me cuesta la salud:

Me hubiera gustado haber repetido todos los pasos de nuevo y haber hecho mejores galletas y mejores fotos pero el día sólo tiene 24 horas y el cumpleaños no podía cambiarse de fecha, jajaja. La próxima vez tendré en cuenta lo siguiente:

-Sólo hay que echar glasa en 3 de los lados de las galletas, para la parte inferior no es necesaria ya que no se ve porque va pegada a la peana. Tuve que raspar ese lado para que se acoplara bien a la galleta redonda
-El piping de la peana es mejor echarlo antes de pegar la galleta vertical ( como bien dice Sugarbelle)
-Para el calzo a la galleta vertical mientras se seca encima de la peana es más conveniente usar una servilleta suave de papel en vez de papel de horno porque araña un poco la capa de glasa seca.
-El año que viene compro la tarta en el Mercadona, jajaja

Aquí va un bonus extra de las brujas de MEUG (para que nos critiquéis, jajajajaja. Miriam dice que a ella no, que ella, como quedamos, se maquilló de bruja, e insiste en que yo me maquillé de pin-up, jajajaja)

Un beso,

Estíbaliz

¡Qué el azar reparta suerte!

Este verano cuando llegamos a 500 seguidores en Facebook, entre risas comentamos ¿Te imaginas llegar a 1111 seguidores el día 11-11-11? De esa broma surgió el número para el sorteo que seguiría al de los 500. No pensábamos realmente que pudiéramos conseguirlo antes de Navidades, y mucho menos en Noviembre, y gracias al premio de Canal Cocina, pero sobre todo gracias a vosotros, la semana pasada sobrepasamos ese número.

Y como lo prometido es deuda, habrá doble premio:
– Premio sin azar para Mirea Cava, flamante ganadora de nuestros mini juegos. Le haremos las galletas que ella nos pida.
– Premio con azar. Sortearemos un regalo entre nuestros seguidores.

¿Y que premio sortearemos? Lo hemos discutido durante toda esta semana, y al final hemos decidido que el afortunado o afortunada podrá elegir entre:

– Una caja de galletas de su elección.
– Una plaza en uno de nuestros talleres (*).
– Un regalo sorpresa.

Normas del sorteo.

1. Puede participar todo el mundo, independientemente de su ubicación geográfica. Si el ganador o ganadora no residiese en el terrritotio nacional, no podrá elegir y recibirá nuestro regalo sorpresa.
2. El ganador tiene que ser seguidor de nuestra página de Facebook.
3. El ganador se elegirá al azar entre todos aquellos que dejen un comentario, el que quieran, en esta entrada
4. El sorteo se realizará el día 11-11-11.
(*) Si el afortunado o afortunada ya ha realizado la reserva en el taller, ésta evidentemente, se le devolverá.